Preparación de plataformas de trabajo y disposición de maquinaria
La colocación del monocapa exige el acceso libre a toda la fachada, de modo que los operarios puedan ir de un sitio a otro sin limitaciones. El proceso completo desde que se inicia la aplicación hasta que se da por terminada, supone el paso repetidas veces por las mismas zonas. Es necesario dotar a los operarios de plataformas de trabajo convenientemente colocadas, firmes y estables que les permitan trabajar en condiciones óptimas. Para ello es imprescindible el montaje de andamios de acuerdo con la normativa vigente. Deben rechazarse las soluciones de plataformas montadas precariamente en forma de voladizos de fachada o los puentes colgantes ya que no ofrecen la misma estabilidad y además imposibilitan el libre acceso a toda la superficie. Hoy en día existen en el mercado equipos de plataformas hidráulicas y telescópicas que en algunos casos podrían considerarse correctos si tienen las dimensiones suficientes para que, sin necesidad de desplazarlas, se pueda acceder a todo un paño de trabajo (limitado por sus juntas de trabajo o junquillos).
El montaje de los andamios debe hacerse de modo que el propio andamio no constituya un obstáculo para el trabajo sobre la superficie a revestir. Cuando se montan excesivamente pegados a la fachada, impiden que se pueda aplicar correctamente el mortero en las zonas de encuentros entre las plataformas o los montantes con la fachada (se crean ángulos muertos). Hay que procurar una separación tal que, sin poner en peligro a los operarios, permita la proyección de mortero sin variar el ángulo y la distancia de proyección. Esto se consigue colocando las plataformas a la altura de las juntas de trabajo horizontales y separando la estructura de soporte del andamio entre 30 y 40 cm de la superficie de la fachada.
La tendencia actual es la de utilizar máquina de proyección de mortero; hay que colocarla a una distancia tal que permita trabajar sin necesidad de desplazarla. Las mangueras que unen la máquina mezcladora con la boquilla de proyección deben tener la longitud suficiente para que se pueda acceder a todo el paño de trabajo sin la necesidad de parar el proceso para desplazar el equipo y reemprender la proyección, ya que las interrupciones durante la proyección hay que hacerlas en las juntas de trabajo. Sin embargo, si se utilizan de mangueras de gran longitud con altas temperaturas ambientales se puede llegar a un calentamiento excesivo de la manga y, por consiguiente, del material que va por su interior (hasta el punto que se pueden llegar a modificar las prestaciones del mortero). También se ha detectado que con grandes longitudes de manguera hay más riesgo de que el material se obture dentro de la misma.
La máquina mezcladora debe funcionar correctamente; no presentar fugas de producto ni de agua y estar limpia de residuos de otras amasadas anteriores. Se recomienda controlar de manera regular el estado de la camisa de proyección para evitar que un desgaste excesivo provoque una proyección defectuosa del material. Se tendrá especial cuidado en evitar mezclas con colores de amasadas anteriores.
En obras de cierta envergadura en las que se lleven a cabo diversas actividades simultáneamente, hay que evitar que el polvo o productos ajenos puedan ensuciar el depósito mezclador del mortero monocapa y procurar una distancia suficiente entre actividades distintas.