Las fachadas con revestimientos continuos de mortero monocapa pueden presentar defectos una vez acabada su ejecución. Algunos se presentan de forma inmediata y otros pueden hacerlo transcurrido un cierto tiempo. Partiendo de la base que el monocapa está en buen estado, ha sido correctamente fabricado y se ha aplicado dentro de su periodo de utilización, estos defectos y patologías, están ligados de un modo u otro al cumplimiento de las prescripciones establecidas para el proyecto y ejecución fijadas en este documento y por las instrucciones específicas que puedan establecer los fabricantes para sus productos.
También es posible la presencia de defectos que no tienen su origen en el propio monocapa sino en otros elementos constructivos del edificio que, al no comportarse correctamente, llegan a afectar finalmente al revestimiento de fachada. Tal es el caso de movimientos de la estructura, de la cimentación, paredes de soporte con defectos de ejecución y otros.
En este capítulo se han recopilado las patologías conocidas agrupándolas según su descripción genérica en base al defecto aparente:
- Defectos por fisuración.
- Defectos de adherencia.
- Defectos de continuidad.
- Defectos de impermeabilidad.
- Defectos de aspecto.
- Defectos de resistencia o dureza superficial.
Para cada defecto se realiza su descripción y se analiza su posible gravedad. Como se verá, en algunos casos, se trata de incidencias meramente estéticas. En otros, pueden darse situaciones más comprometidas en las que el monocapa llegue a desprenderse, con el peligro potencial que esto supone. Por ello se dan también recomendaciones sobre medidas provisionales de protección mientras no se realizan las reparaciones oportunas.
A partir de esta información inicial se establecen las posibles causas que motivan la aparición del defecto, se dan los criterios de prevención para evitarlo, y finalmente se describen las operaciones de reparación necesarias.
La orientación técnica de este documento debe complementarse siempre con los consejos que el fabricante del producto pueda dar a la vista de la patología aparecida. No hay que olvidar que es el fabricante quien mejor conoce su producto y los consejos de su departamento técnico pueden ser de gran ayuda.
El hecho de disponer de forma documentada de datos sobre la aplicación del monocapa, facilita enormemente la investigación del origen de la patología detectada. Algunos de estos datos pueden ser: las condiciones climatológicas de los días de trabajo, el tiempo transcurrido entre la construcción del soporte y la ejecución del monocapa, precauciones tomadas durante el fraguado, control de espesores en zonas conflictivas, medidas de planeidad, etc. También es conveniente conservar un saco –preferiblemente lleno- del producto utilizado, de cada partida recepcionada en obra.
Corresponde a la dirección facultativa de la obra el control de estos datos, pero el aplicador debe ser el primer interesado en tener bien documentado su trabajo, y realizarlo de acuerdo con las prescripciones de buena práctica y las instrucciones del fabricante del producto.