Consejos para evitar desprendimientos en alicatados

Artículos técnicos Morteros de colocación cerámica

10 de Mayo del 2019

La colocación de revestimientos cerámicos modulares en alicatados es una operación segura y con garantías de durabilidad si se respetan una serie de normas, algunas de las cuales deben seguirse en fase de proyecto como son las relativas al diseño constructivo del revestimiento y a la elección de los materiales a emplear, y otras deben exigirse en fase de ejecución, como son las relativas al control de los soportes en obra, la correcta manipulación de los productos y la técnica de colocación adecuada.

A continuación, pasamos a relacionar las más importantes:
 

• En el caso de baldosas no absorbentes y de superficies de colocación lisas y no absorbentes, se deben utilizar materiales de agarre con adherencia química a la baldosa y a la superficie de colocación. Cada día es más frecuente el empleo de baldosas de baja absorción y de soportes no absorbentes. Un ejemplo de ello es la superposición sobre un alicatado existente, frecuente en intervenciones de rehabilitación.



• En exteriores, se deben utilizar baldosas de formatos medianos o pequeños, colocándose los alicatados con junta de colocación ancha y disponiendo de juntas de movimiento perimetrales y, en su caso, intermedias, convenientemente selladas. Ello, junto al empleo de adhesivos mejorados y deformables, permite absorber las tensiones de compresión y cizalladura generadas por los movimientos de origen térmico y/o las contracciones propias de soportes inmaduros.

• Cuando los soportes de colocación sean inestables, como las particiones ligeras de yeso laminado en interiores, o estén sometidos a vibraciones, se deben utilizar baldosas de tamaño medio, como máximo, y evitar el empleo de adhesivos rígidos.

• Asegurar la estabilidad dimensional de los soportes, dejando transcurrir el tiempo de maduración suficiente, para evitar movimientos de contracción que se traducirían en tensiones de compresión y cizalladura en el alicatado.

• Controlar la cohesión y limpieza de la superficie soporte para garantizar una buena adherencia. Eliminar desencofrantes en las superficies de hormigón. Controlar también la limpieza en el reverso de las baldosas.

• Proteger los soportes sensibles al agua y a la humedad con impermeabilizaciones que eviten el efecto de las heladas o la cristalización de las sales.

• Asegurar la compatibilidad química del adhesivo con la naturaleza del soporte. En este sentido, dar el tratamiento de imprimación adecuado a los soportes de yeso o emplear adhesivos especialmente formulados para este tipo de soporte.

• Respetar el tiempo abierto del adhesivo y comprobar con frecuencia la capacidad humectante del mismo. Trabajar en condiciones climáticas favorables, que no faciliten la deshidratación del adhesivo, particularmente en exteriores.

• Respetar el tiempo de ajuste del adhesivo para rectificar la posición de las baldosas, evitando la merma de cohesión interna en el adhesivo cuando éste ya ha iniciado su endurecimiento.

• Evitar, en todo caso, la colocación a pelladas con la pretensión de compensar desviaciones de plenitud o aplomado con el grosor del adhesivo.


Su superficie de contacto es totalmente insuficiente, concentrando las tensiones de cizalladura hasta límites insoportables para cualquier adhesivo.

Colocar siempre extendiendo el adhesivo mediante peinado con la llana dentada adecuada según el formato de la baldosa.

Asegurar la máxima humectación del reverso de la baldosa mediante la técnica del doble encolado cuando se coloquen grandes formatos y en alicatados al exterior.

En ANFAPA desde 1987 sumamos experiencias para multiplicar la calidad y divulgar el conocimiento y podemos prestarle el asesoramiento necesario para obtener un alicatado en óptimas condiciones.




Close